viernes, 25 de noviembre de 2011

-Adviento, tras las elecciones


Adviento, tras las elecciones
Cardenal Antonio Cañizares
"Mi reflexión….se centra en el tiempo de Adviento.
En él, la Iglesia pide que se rasguen los cielos, que se abran, y venga a nosotros la salvación, el Salvador, que tantísimo necesitamos. Me centro en el Adviento porque los cristianos podemos y debemos hacer mucho, en cuanto cristianos, en la hora crucial y crítica que vivimos. Somos muchos en España, la mayoría. Como cristianos, por el hecho de serlo, somos invitados a cruzar con el Adviento el umbral de la esperanza: tenemos una responsabilidad muy especial, que surge de la fe y esperanza que anuncia el Adviento, y nos impele a ser consecuentes con lo que somos y esperamos. El cristianismo no es una ideología más o menos duradera. Es la presencia de un hecho único, irrevocable, sin parangón en la historia de los hombres. Este hecho es una Persona: Cristo, que nos ha traído a Dios y nos ha revelado, con todos sus gestos y palabras, que Dios es Amor, lo ha apostado todo por el hombre, y, en favor del hombre, no se reserva ni escatima nada. ¿Cómo no abrirse a esta esperanza tan grande, cómo no secundarla?
En medio de signos sombríos, en situación complicada que afecta a todo el mundo, para muchos resultará difícil la esperanza y confiar en palabras proféticas tales como las que escuchamos en el Adviento: «De las espadas se forjarán arados, y de las lanzas podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo». ¿Confiar acaso en ellas cuando vemos cómo las armas de la injusticia originantes de falta de trabajo, hambre, tantas calamidades, se ceban dramáticamente sobre los que padecen esta situación? Por eso, los cristianos, de modo especial, escuchamos una llamada para dirigir nuestra mirada a Cristo, abrir de par en par nuestras puertas a Él.
La llamada que en estos precisos momentos escuchamos los cristianos es a caminar a la luz de Jesucristo, a dejar las obras de las tinieblas y de la oscuridad, es decir, a dejar de una vez: el egoísmo, el rencor, el medro personal por encima de todo, el afán y ambición de poder, la pasión de acumular para sí por encima de los otros, el olvido del bien común y la falta del respeto debido a la dignidad personal e inalienable que tiene todo ser humano, la búsqueda de bienestar a costa de lo que sea y de quien sea, la mentira, el engaño, el relativismo, la injusticia, el cerrar las entrañas ante la necesidad y miseria del hermano necesitado, la destrucción de la familia o de la vida, el vivir de espaldas a Dios o como si Él no existiera, etc., etc. Este año el Adviento llama con apremio a los cristianos a pertrecharnos de las armas de la luz, de la Luz que viene, y está en medio de nosotros, para iluminar la oscuridad de nuestro mundo: la luz de la verdad y del amor, «la verdad en el amor».
Por encima de todo está Dios y el hombre, está la familia, está la verdad, está el bien común, está sencillamente el bien, está el amor al hombre que sólo de Dios podemos aprender para amar con ese amor: total, sin medida, desinteresado, gratuito, hasta el extremo, indefectible, que no nos deja solos ni en la estacada, no nos abandona ni siquiera un instante, nos acompaña y cuida siempre, cuya predilección son los pobres y los últimos, siempre perdona y disculpa, ese amor que tantísimo todos estamos necesitando. Sin ese amor por el hombre nada va a cambiar, nada puede cambiar. Ese amor, sin embargo, lo cambia y renueva todo.
El Adviento interpela a los cristianos a que abramos de par en par las puertas al amor de Dios. El Adviento este año en los cristianos, sobre todo, debería resaltar, reavivar, la caridad y el amor, en su doble e inseparable faceta de amor a Dios y a los hermanos, que tiene en Dios-con-nosotros (Enmanuel), su hontanar y su meta. En realidad, la certeza y experiencia viva de lo que Dios ha hecho por los hombres, lleva a los cristianos, en la situación actual, a desear y a trabajar porque la forma de vida de todos sea la caridad, la justicia, la amistad que colabora y no se echa atrás en la búsqueda y aportación de soluciones al bien común y de la persona, por encima de barreras, de intereses, de miedos. Este amor es una realidad posible, se abre y se extiende sin cesar, reconoce la verdad y el bien de que es portadora o reclama toda persona, aprecia la razón y la libertad de todos, facilita la búsqueda libre y honesta del bien común, y la cooperación de todos a ese bien. Ese amor, que es amistad, solidaridad, más aún que es caridad más empeñativa todavía que la justicia y la solidaridad, es posible si nos acercamos más a Dios, Dios del amor, de la caridad, amigo siempre de los hombres. Esto, especialmente para los cristianos, se traduce ahora, como señaló la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, en colaborar decididamente en «políticas sociales y económicas responsables y promotoras de la dignidad de las personas, que propicien el trabajo para todos», para tantas familias y jóvenes singularmente afectados; en estar en primera fila de compromiso con «políticas que favorezcan la iniciativa social en la producción y que incentiven el trabajo bien hecho, así como la justa distribución de las rentas», corrijan errores y atiendan a las necesidades de los más vulnerables”.
El momento apremiante que vivimos reclama también de los cristianos estar en primera fila en la tutela, promoción y testimonio de la familia y de su verdad, en la defensa y promoción de la vida, y de cuanto haya que hacer ante la emergencia educativa que padecemos y ante la urgencia de una cultura fiel a sus raíces, en un proyecto común. Todo ello entra dentro de la caridad, con su dimensión social y política. El Adviento pide estar vigilantes y despiertos, no cruzados de brazos como espectadores: exige preparar los caminos al Señor que llega, lo cual también comporta cooperar decididamente en la regeneración humana, moral, social, política y cultural de nuestro pueblo. Con Dios, ¡manos a la obra!
Cardenal Antonio Cañizares

-Los ángeles nos protegen


"Los ángeles nos protegen"
Benedicto XVI ha hablado sobre los ángeles. El 2 de octubre es el día que la Iglesia recuerda a los ángeles custodios. Benedicto XVI ha hablado de los ángeles: "El Señor está siempre cercano y operante en la historia de la humanidad, y nos acompaña también con la presencia singular de sus Ángeles, que hoy la Iglesia venera como “Custodios”, o sea, ministros de la divina premura para todo hombre".
"Desde el inicio hasta la hora de la muerte, la vida humana está rodeada de su incesante protección. Y los Ángeles coronan a la Beata Virgen María, quien acoge la ferviente súplica, para que sea abatido el mal y se revele, en plenitud, la bondad de Dios.

-Nuevos derechos o intereses personales


"Los llamados nuevos derechos sólo son retórica anestesiante fruto de una exhibición ideológica"
Un vocal del CGPJ, contundente con quienes quieren convertir sus intereses personales en un derecho humano.
La inauguración este viernes del XIII Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo, ha dado lugar a las primeras conferencias en torno al tema de convocatoria: Libertad religiosa y nueva evangelización.
Carlos Romero, lamentó que “el modo secularizado de entender la vida haya hecho mella en la forma de actuar de muchos católicos”. Una realidad que se ha de revertir mediante la transformación de los espacios culturales, políticos, sociales y económicos en lugares de “difusión del evangelio”.

La inflación de derechos

Posteriormente, dentro del desarrollo ordinario del Congreso, tuvo lugar, entre otros actos, una mesa redonda sobre Derechos humanos y nuevos derechos.
La acumulación de derechos y de leyes, así como la arrogación por parte del poder político de un papel de otorgador de nuevos derechos está debilitando el sentido y la fuerza del concepto de derecho fundamental. Ésta fue una de la reflexiones centrales que dejó el vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Claro José Fernández-Carnicero durante su intervención.
Esta “inflación de leyes y derechos no contribuye ni al aumento de la seguridad jurídica ni al bienestar social” y produce ciertas disfuncionalidades, pues el “otorgamiento de nuevos derechos conduce al aumento de la litigiosidad, en una administración de justicia ya condicionada por una anómala inestabilidad normativa”.
Con todo, posiblemente el efecto más dañino causado por la generación de nuevos derechos sea, para el ponente, el debilitamiento de los derechos fundamentales. A su juicio, los llamados nuevos derechos no son más que “retórica anestesiante” fruto de la “exhibición ideológica”. En suma, una “propaganda” que, “aunque anuncie la igualdad” encierra ese “despotismo que ya anunció Alexis de Tocqueville”.
En esta dinámica se llega a confundir la “búsqueda de intereses particulares con un derecho humano” y se le otorga a los poderes públicos “nuevos títulos habilitantes para intervenir en el espacio propio de la persona”. Una concepción totalmente invertida, pues los derechos realmente deben “ser un límite del poder”, y de la que surgen “categorías jurídicamente aberrantes como el aborto”. Éste cae en la “contradicción de presentarse como derecho cuando tiene como fin acabar con el bien jurídico más preciado: la vida”.

-La familia frente a la ideología de género


Tres mujeres alertan del feminismo radical y la ideología de género: «Estamos ante un precipicio»
“La ideología de género considera al ser humano como un ser que se construye y actualmente nos situamos ante tres frentes de batalla: la bioética, la ética sexual y el lugar de la religión en la vida pública, donde predomina un ambiente de gran hostilidad hacia lo católico”: así lo afirmó este sábado Carmen Sánchez-Maillo, profesora de Teoría y Filosofía del Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad CEU San Pablo, en su intervención en la mesa redonda sobre "Laicismo e ideología de género", enmarcada en el XIII Congreso Católicos y Vida Pública, que versa este año sobre Libertad Religiosa y Nueva Evangelización.
 Por su parte, la catedrática de Filosofía del Derecho de la Universidad de Navarra Ángela Aparisi Miralles expuso las características y consecuencias de la ideología de género, que “asegura que el hombre nace neutro y su construcción es producto de la cultura y la sociedad”, “realiza una separación entre sexo (biológico) y género (cultural) e insiste en una perspectiva ideológica que cierra los ojos a la realidad”. La ponente describió la familia como un ecosistema humano que posibilita el buen desarrollo del ser humano y propuso “un modelo de complementariedad y corresponsabilidad que, frente a la ideología de género, intente hacer compatible la igualdad y la diferencia entre varón y mujer”.

-El suicidio, una dramática estadistica


El suicidio es la primera causa de muerte violenta en el mundo
En España, se quitan la vida entre nueve y diez personas cada día
 "Cada 40 segundos se suicida una persona en el mundo". "El suicidio es la primera causa de muerte de mujeres entre 30 y 34 años en nuestro país". "3.429 personas se quitaron la vida voluntariamente en 2009".
Su frecuencia ha aumentado un 60% ... en el último medio siglo, y ya son varios los estudiosos que señalan un incremento propiciado por la crisis económica, si bien la mayoría de los expertos coincide en que aún no existe la suficiente perspectiva para corroborarlo.
Según las últimas cifras del INE, en 2009 cerca de 3.500 personas se quitaron la vida en España. el vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal, Alfredo Calcedo, que calcula una tasa de suicidios de 10,5 por cada 100.000 habitantes, es decir, 4.500 muertes anuales

¿Por qué se suicidan?
Si algo se ceba con los suicidas es la enfermedad mental. O más bien viceversa. En el 90-95% de los casos existe algún tipo de trastorno psiquiátrico, la mayor parte de las veces, una depresión. De ahí la importancia de la atención y detección temprana.
"El 5% restante obedece a un factor existencial que hace que la persona en cuestión vea en el suicidio la única manera de poner fin a sus problemas", según el sociólogo y periodista Juan Carlos Pérez. Los antecedentes familiares, padecer una enfermedad crónica que cursa con dolor, conductas adictivas (como el alcoholismo), acontecimientos vitales que suponen pérdidas afectivas, el aislamiento y el hecho de haber tenido alguna vez pensamientos suicidas son otros factores de riesgo.
Las mujeres lo intentan más. Los hombres son más efectivos. "Usan métodos más contundentes", De hecho, los varones triplican a las féminas en número de suicidios.
Los estudios detectan dos picos en las cifras: la adolescencia y la vejez. "Los ancianos son el principal grupo de riesgo, por varios factores, como la pérdida de poder adquisitivo que va aparejada a la jubilación", explica el doctor Calcedo. "Además", añade, "está la inversión de la pirámide poblacional: cada vez hay más ancianos, una esperanza de vida mayor, y por tanto más enfermedades crónicas, problemas familiares, la pérdida de la pareja...".
Para los adolescentes, por su parte, el fracaso escolar, un desengaño amoroso, el divorcio de los padres o conductas de imitación pueden convertirse en desencadenantes de la muerte voluntaria.
¿qué piensas de estos datos?