sábado, 6 de abril de 2013

-Llevar el anuncio de Cristo a las plazas


La «Gran Misión» del Camino Neocatecumenal: sacar las iglesias a la calle y llevar a Dios al alejado
Se llevará a cabo todos los domingos de Pascua. Si la gente no entra a las iglesias, la Iglesia irá a la gente. Más de 10.000 iglesias improvisadas en120 paises de todo el mundo como iniciativa del Camino Neocatecumenal por el Año de la Fe.
6 abril 2013           
Durante el 2013 se celebra en la Iglesia Católica el Año de la Fe, proclamado por Benedicto XVI. La renuncia del Papa, el Cónclave y la elección de Francisco han minimizado este importante y necesario signo para una sociedad secularizada y que en buena medida no conoce a Dios. Sin embargo, las iglesias locales y las realidades eclesiales siguen trabajando en numerosas actividades que pongan en cuestión esta fe que el mundo tanto necesita.


Proyecto bendecido por dos Papas
Ha llegado el turno del Camino Neocatecumenal, que se ha puesto al servicio de la Iglesia para proclamar esta fe y servir a través de su carisma en este tiempo pascual. Fe y Nueva Evangelización. Dos elementos que van hoy en día de la mano. Y el itinerario iniciado por Kiko Argüello tiene como una de sus marcas de identidad el anuncio del Evangelio en todos los rincones. Y este Año de la Fe no va a ser una excepción.
El gran proyecto de evangelización se producirá durante los cinco domingos Pascua. Fue presentado a Benedicto XVI, que dio su bendición a esta iniciativa. Del mismo modo, el entonces cardenal Bergoglio se mostró muy contento tras ser informado de esta iniciativa para Buenos Aires. Ya como Papa, el propio Kiko Argüello le informó sobre esta gran misión y el Pontífice les ha dado su total bendición.

El Kerygma, en más de 10.000 plazas
Durante estos próximos cinco domingos se llevará el mensaje de Cristo Resucitado a las ciudades de todo el mundo. Hasta en 10.000 plazas de ciudades de 120 países se proclamará el Kerygma, pues no puede haber fe si no hay antes un anuncio. “Dios ha querido salvar al mundo a través de la predicación”, dice San Pablo. Y siguiendo estas palabras, los miembros de esta realidad eclesial tomarán las plazas, más de 50 en Madrid y más de 100 en Roma, por ejemplo.
Conscientes de que en el mundo de hoy los alejados no entran a las iglesias, esta misión pretende sacar la Iglesia a la calle, ir a buscar a los que sufren, a los que no encuentran sentido a su vida. Por ello, en estas plazas se montará una iglesia improvisada. Habrá una plataforma en la que se colocará una imagen sagrada, estará la Cruz presidiendo y también habrá un ambón. Todo ello para fomentar un clima adecuado y para los que allí estén puedan saber qué se celebra.

"Tenemos que salir"
El Papa Francisco ha entendido a la perfección esta iniciativa que pretende llevar a cabo el Camino Neocatecumenal para las próximas semanas. Diferente en las formas e idéntico en el fondo. En su última carta pastoral como arzobispo pedía a los católicos esto mismo. Decía Bergoglio: “los tiempos nos urgen. No tenemos derecho a quedarnos acariciándonos el alma. A quedarnos encerrados en nuestra cosita…chiquitita. No tenemos derecho a estar tranquilos y a querernos a nosotros mismos. Tenemos que salir a hablarle a este que gente de la ciudad a quien vimos en los balcones. Tenemos que salir de nuestra cáscara y decirles que Jesús vive, y que Jesús vive para él, para ella y decírselo con alegría…aunque a veces parezca un loco”.
 Y como Papa, Francisco también ve con urgencia esta nueva evangelización y como obispo de Roma habló inmediatamente tras ser elegido de la “evangelización de esta ciudad tan hermosa”. Para esta misión en la capital italiana tendrá a 500 comunidades que darán su testimonio en cien plazas de la ciudad.

Los jóvenes contarán su experiencia de fe
Pero, ¿en qué consiste esta misión? Básicamente, en hablar de Dios y llevar la Iglesia a la gente. Los hermanos llegarán desde una parroquia cercana en procesión al lugar donde está la tarima con los ornamentos litúrgicos. Allí un sacerdote comenzará la celebración con el rezo de Laudes o Vísperas, dependiendo de la hora.  Los salmos estarán acompañados con cantos. Después, algunos jóvenes desde el atril contarán la experiencia de Dios en su vida, cómo ha actuado en situaciones concretas y sobre cómo ha cambiado su vida. Hablarán a todo el que pase y quiera escuchar pero también será un signo para todos los católicos que escuchen y que estén necesitados igualmente de una palabra de ánimo.

Catequesis públicas en las calles
Tras estas experiencias, un catequista hará una reflexión dirigida a todos los que allí se congreguen. Cada domingo una distinta y el encuentro acabará con la lectura del Evangelio. Mientras tanto, los jóvenes repartirán octavillas y habrá allí sacerdotes confesando a quien lo solicite. Por ejemplo, en Madrid se colocarán algunos de los confesionarios utilizados durante la Jornada Mundial de la Juventud.

La primera jornada se desarrollará el 7 de abril y la catequesis pública estará centrada en reflexiones sobre la vida. ¿Quién es Dios para ti? ¿Has experimentado en tu vida que Dios existe? ¿De qué forma? El encuentro concluirá con la lectura del Evangelio del ciego de nacimiento que pide limosna. Posteriormente, se invitará a quien quiera a acudir el próximo domingo a esa misma plaza.


¿Para qué vives?
El segundo día tratará sobre el sentido de la vida y la búsqueda de la felicidad. ¿Quién eres tú? ¿Para qué vives? ¿Eres feliz? Y esta vez se concluirá con la lectura de la parábola del hijo pródigo. El tercer domingo se hará la proclamación del Kerygma, el anuncio de la muerte y resurrección de Cristo, que ha muerto para dar la vida a los hombres y liberarlos del pecado.

El cuarto encuentro se centrará en la llamada a la conversión y por último, el quinto se centrará en la Iglesia. ¿Qué es la Iglesia? ¿Cuál es tu experiencia de la Iglesia? ¿Quieres ser ayudado por ella?  Además, se les invitará a la Iglesia y se anunciará que los encuentros a partir de ahora se desarrollarán en el templo más cercano.

"Basta una persona que encuentre a Cristo"
En el anuncio a las comunidades Kiko pidió esta invitación a acudir a las iglesias a quien quiera venir. “Veremos si alguno viene aunque lo más importante no es el éxito ni que vaya a convertirse mucha gente; basta una persona que gracias a esto encuentre a Jesucristo”.

La fe y la predicación van unidas. Y los jóvenes que realicen esta misión necesitan también la ayuda de la Iglesia. Por ello, el cardenal vicario de Roma ha hecho una acto de envío para esta misión al igual que por ejemplo en Valencia, monseñor Osoro. Por su parte, el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, recibió a los responsables de las más de 300 comunidades de la Diócesis para darles su bendición de cara a este anuncio en el tiempo de Pascua  y así anunciar el triunfo de Cristo frente al pecado y la muerte.

Javier Lozano / ReL
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=28561



lunes, 1 de abril de 2013

-Jesús ha resucitado, hay la esperanza para ti

El Papa Francisco en esta Pascua del 2013 nos dice:

El amor de Dios transforma y hacer florecer los desiertos de nuestro corazón
Terminada la Misa del día por la Resurrección del Señor, el papa Francisco se asomó al balcón principal de la Basílica de San Pedro para Proclamar el mensaje de Pascua e impartir la Bendición Apostólica a todo el mundo, y dijo:
Queridos hermanos y hermanas de Roma y de todo el mundo: ¡Feliz Pascua! ¡Feliz Pascua!
Es una gran alegría para mí poderos dar este anuncio: ¡Cristo ha resucitado! Quisiera que llegara a todas las casas, a todas las familias, especialmente allí donde hay más sufrimiento, en los hospitales, en las cárceles...
Quisiera que llegara sobre todo al corazón de cada uno, porque es allí donde Dios quiere sembrar esta Buena Nueva: Jesús ha resucitado, hay la esperanza para ti, ya no estás bajo el dominio del pecado, del mal. Ha vencido el amor, ha triunfado la misericordia. La misericordia de Dios siempre vence.
También nosotros, como las mujeres discípulas de Jesús que fueron al sepulcro y lo encontraron vacío, podemos preguntarnos qué sentido tiene este evento. ¿Qué significa que Jesús ha resucitado? Significa que el amor de Dios es más fuerte que el mal y la muerte misma, significa que el amor de Dios puede transformar nuestras vidas y hacer florecer esas zonas de desierto que hay en nuestro corazón. Y esto lo puede hacer el amor de Dios.
Este mismo amor por el que el Hijo de Dios se ha hecho hombre, y ha ido hasta el fondo por la senda de la humildad y de la entrega de sí, hasta descender a los infiernos, al abismo de la separación de Dios, este mismo amor misericordioso ha inundado de luz el cuerpo muerto de Jesús, y lo ha transfigurado, lo ha hecho pasar a la vida eterna. Jesús no ha vuelto a su vida anterior, a la vida terrenal, sino que ha entrado en la vida gloriosa de Dios y ha entrado en ella con nuestra humanidad, nos ha abierto a un futuro de esperanza.
He aquí lo que es la Pascua: el éxodo, el paso del hombre de la esclavitud del pecado, del mal, a la libertad del amor y la bondad. Porque Dios es vida, sólo vida, y su gloria somos nosotros: es el hombre vivo.
Queridos hermanos y hermanas, Cristo murió y resucitó una vez para siempre y por todos, pero el poder de la resurrección, este paso de la esclavitud del mal a la libertad del bien, debe ponerse en práctica en todos los tiempos, en los momentos concretos de nuestra vida, en nuestra vida cotidiana. Cuántos desiertos debe atravesar el ser humano también hoy. Sobre todo el desierto que está dentro de él, cuando falta el amor de Dios y del prójimo, cuando no se es consciente de ser custodio de todo lo que el Creador nos ha dado y nos da. Pero la misericordia de Dios puede hacer florecer hasta la tierra más árida, puede hacer revivir incluso a los huesos secos (Ez 37,1-14).
He aquí, pues, la invitación que hago a todos: Acojamos la gracia de la Resurrección de Cristo. Dejémonos renovar por la misericordia de Dios, dejémonos amar por Jesús, dejemos que la fuerza de su amor transforme también nuestras vidas; y hagámonos instrumentos de esta misericordia, cauces a través de los cuales Dios pueda regar la tierra, custodiar toda la creación y hacer florecer la justicia y la paz.
Así, pues, pidamos a Jesús resucitado, que transforma la muerte en vida, que cambie el odio en amor, la venganza en perdón, la guerra en paz. Sí, Cristo es nuestra paz, e imploremos por medio de él la paz para el mundo entero.
…. Paz a todo el mundo, aún tan dividido por la codicia de quienes buscan fáciles ganancias, herido por el egoísmo que amenaza la vida humana y la familia; egoísmo que continúa en la trata de personas, la esclavitud más extendida en este siglo veintiuno: la trata de personas es precisamente la esclavitud más extendida en este siglo ventiuno. Paz a todo el mundo, desgarrado por la violencia ligada al tráfico de drogas y la explotación inicua de los recursos naturales. Paz a esta Tierra nuestra. Que Jesús Resucitado traiga consuelo a quienes son víctimas de calamidades naturales y nos haga custodios responsables de la creación.
Queridos hermanos y hermanas, a todos los que me escuchan en Roma y en todo el mundo, les dirijo la invitación del Salmo: «Dad gracias al Señor porque es bueno, / porque es eterna su misericordia. / Diga la casa de Israel: / “Eterna es su misericordia”» (Sal 117,1-2).
Queridos hermanos y hermanas … os renuevo mi felicitación: ¡Buena Pascua!
Llevad a vuestras familias y vuestros Países el mensaje de alegría, de esperanza y de paz que cada año, en este día, se renueva con vigor.
Que el Señor resucitado, vencedor del pecado y de la muerte, reconforte a todos, especialmente a los más débiles y necesitados... Repito a todos con afecto: Cristo resucitado guíe a todos vosotros y a la humanidad entera por sendas de justicia, de amor y de paz.