domingo, 13 de octubre de 2013

-El Papa y la beatificación de Tarragona


En Roma, el papa Francisco dijo al medio día en el ángelus: "Hoy en Tarragona, España, serán proclamados beatos unos quinientos mártires, asesinados por su fe durante la guerra civil española, de los años treinta del siglo pasado. Alabemos al Señor por estos testimonios llenos de coraje, y por su intercesión supliquemos de liberar al mundo de toda violencia".

El papa Francisco también ha dirigido un mensaje a la asamblea participante en la beatificación de Tarragona que se realiza en el Año de la Fe. El mensaje, de tres minutos de duración, ha sido grabado expresamente para la ocasión y ha sido emitido, a las 12 horas local, en las pantallas. A continuación, ha dado comienzo la celebración eucarística en la que serán beatificados 522 mártires del siglo XX en España.
Texto del mensaje del santo padre Francisco.
“Queridos hermanos y hermanas, buenos días.

Me uno de corazón a todos los participantes en la celebración, que tiene lugar en Tarragona, en la que un gran número de Pastores, personas consagradas y fieles laicos son proclamados Beatos mártires.

¿Quiénes son los mártires? Son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel «amar hasta el extremo» que llevó a Jesús a la Cruz. No existe el amor por entregas, el amor en porciones. El amor total: y cuando se ama, se ama hasta el extremo.
En la Cruz, Jesús ha sentido el peso de la muerte, el peso del pecado, pero se confió enteramente al Padre, y ha perdonado. Apenas pronunció palabras, pero entregó la vida. Cristo nos "primerea" en el amor; los mártires lo han imitado en el amor hasta el final.

Dicen los Santos Padres: ¡«Imitemos a los mártires»!. Siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo, de nuestro bienestar, de nuestra pereza, de nuestras tristezas, y abrirnos a Dios, a los demás, especialmente a los que más necesitan.

Imploremos la intercesión de los mártires para ser cristianos concretos, cristianos con obras y no de palabras; para no ser cristianos mediocres, cristianos barnizados de cristianismo pero sin sustancia, ellos no eran barnizados eran cristianos hasta el final, pidámosle su ayuda para mantener firme la fe, aunque haya dificultades, y seamos así fermento de esperanza y artífices de hermandad y solidaridad.
Y les pido que recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.