En Roma, el papa
Francisco dijo al medio día en el ángelus: "Hoy en Tarragona, España, serán
proclamados beatos unos quinientos mártires, asesinados por su fe durante la
guerra civil española, de los años treinta del siglo pasado. Alabemos al Señor
por estos testimonios llenos de coraje, y por su intercesión supliquemos de
liberar al mundo de toda violencia".
El papa Francisco también
ha dirigido un mensaje a la asamblea participante en la beatificación de
Tarragona que se realiza en el Año de la Fe. El mensaje, de tres minutos de
duración, ha sido grabado expresamente para la ocasión y ha sido emitido, a las
12 horas local, en las pantallas. A continuación, ha dado comienzo la
celebración eucarística en la que serán beatificados 522 mártires del siglo XX
en España.
Texto
del mensaje del santo padre Francisco.
“Queridos hermanos y
hermanas, buenos días.
Me uno de corazón a
todos los participantes en la celebración, que tiene lugar en Tarragona, en la
que un gran número de Pastores, personas consagradas y fieles laicos son
proclamados Beatos mártires.
¿Quiénes son los
mártires? Son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien
el sentido de aquel «amar hasta el extremo» que llevó a Jesús a la Cruz. No existe
el amor por entregas, el amor en porciones. El amor total: y cuando se ama, se
ama hasta el extremo.
En la Cruz, Jesús ha
sentido el peso de la muerte, el peso del pecado, pero se confió enteramente al
Padre, y ha perdonado. Apenas pronunció palabras, pero entregó la vida. Cristo
nos "primerea" en el amor; los mártires lo han imitado en el amor
hasta el final.
Dicen los Santos
Padres: ¡«Imitemos a los mártires»!. Siempre hay que morir un poco para salir
de nosotros mismos, de nuestro egoísmo, de nuestro bienestar, de nuestra
pereza, de nuestras tristezas, y abrirnos a Dios, a los demás, especialmente a
los que más necesitan.
Imploremos la intercesión de
los mártires para ser cristianos concretos, cristianos con obras y no de
palabras; para no ser cristianos mediocres, cristianos barnizados de
cristianismo pero sin sustancia, ellos no eran barnizados eran cristianos hasta
el final, pidámosle su ayuda para mantener firme la fe, aunque haya
dificultades, y seamos así fermento de esperanza y artífices de hermandad y
solidaridad.
Y les pido que recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen
Santa los cuide.