El Papa advierte de que la vida frenética «endurece el corazón»
Benedicto XVI denuncia el activismo y señala el tiempo de
oración como una necesidad del hombre para «no ahogarse» y ha hablado de la importancia de rezar para
que no nos ahogue el activismo diario
Demasiadas ocupaciones y una vida frenética «endurecen el
corazón de los hombres y hacen sufrir al espíritu»; la vida no puede valorarse
con los únicos criterios de la productividad y la eficiencia.
El Papa destacó la importancia de la plegaria en la vida del
hombre y señaló que sin ella nuestra vida se vacía y quedamos insatisfechos.
«Las demasiadas ocupaciones, una vida frenética, acaban
muchas veces por endurecer el corazón y hacer sufrir al espíritu, decía san
Bernardo. Son palabras muy importantes para el hombre de hoy, acostumbrado a
evaluar todo con el criterio de la productividad y la eficiencia», subrayó el
Obispo de Roma.
Benedicto XVI añadió que el libro de Los Hechos de los
Apóstoles recuerda la importancia del trabajo en la vida diaria, pero precisa
que se debe desarrollar con responsabilidad y dedicación y sin olvidad la
necesidad que tenemos de Dios.
«Sin la plegaria diaria vivida con fidelidad, nuestro
menester se vacía, pierde el alma profunda, se reduce a una simple actividad
que a larga nos deja insatisfechos», destacó el Papa, que resaltó la antigua
tradición cristiana de rezar antes de cada actividad.
El Papa manifestó que los cristianos creen en la fuerza de
la palabra de Dios y de la plegaria y subrayó que la oración recuerda a los
fieles «que solo de la relación íntima con Dios, cultivada día a día, nace la
respuesta a Dios».
Benedicto XVI destacó el primado de la plegaria y de la
Palabra de Dios para los hombres y aseguró que «si los pulmones del rezo y de
la Palabra de Dios no alimentan la respiración de nuestra vida espiritual, se
corre el riesgo de que nos ahoguemos en medio de las miles de cosas de cada
día».
«El
rezo es la respiración del alma y de la vida», afirmó el Papa, que invitó a los
fieles a mantenerse siempre unidos a Dios con las plegarias.