Potente predicación en Madrid en el Día de la Familia
«Dios
te ama aunque seas un canalla y un mentiroso», dice Kiko Argüello a todos los
«hechos polvo»
"Si estás perdido, hecho polvo, si ahora aceptas a Cristo y su
inmolación por ti puedes recibir ya, ahora mismo, el perdón de los
pecados", dijo el iniciador del Camino Neocatecumenal.
Una de las novedades de esta edición del Día de la Familia en Madrid (la sexta ya) fue la
predicación expresamente kerigmática de Kiko Argüello, iniciador del Camino
Neocatecumenal, ante la enorme multitud de muchos miles de personas reunidas en
la Plaza de Colón de la capital española.
Kiko inició su intervención alabando
a Dios, pidiendo la ayuda del Espíritu Santo y cantando su canción "Yo
vengo a reunir", basada en las palabras del profeta Isaías. Señaló las
banderas "de los hermanos que hay aquí de Polonia, de Croacia, de Bosnia y
de Francia", cumpliendo así lo que el canto anuncia: "vendrán de las
naciones y verán mi Gloria, dice el Señor". Kiko cantó entusiasmado por
poder predicar el kerigma, el anuncio de la salvación de Dios. Se movía por el
escenario "para entrar en calor", decía a la multitud que soportaba
con humor y buen ánimo las gélidas temperaturas y el cielo gris.
Predicaba sin papeles a partir de una idea de Benedicto XVI: que la
crisis de la familia es una consecuencia de la crisis de la fe. La conclusión
es clara: para ayudar a las familias, hay que fortalecer la fe.
"Cristo murió por todos, para que ya no vivan más para sí. Pasó
lo viejo, todo es nuevo, Cristo nos ha confiado el ministerio de la
reconciliación, ¡reconciliaos con Dios!", dijo, siguiendo las cartas de
San Pablo.
La gratuidad del amor de Cristo
"Cristo ha dado la vida para que todos recibamos la vida
inmortal, la vida eterna. Cristo es Dios, y el amor de Cristo es lo que
mantiene el universo. Dios quiere que vivamos en esa verdad, en Cristo
Crucificado. Dios quiere darnos gratis ese amor", insistió.
"Para ayudar a las familias hemos de reforzar su fe, y la fe
viene por el oído, ¡escuchad!", pedía con vehemencia.
El Kerigma
El kerigma es el anuncio de que Cristo nos salva del pecado y de la
muerte, y Kiko quiso explicarlo desde el principio mismo: Eva, la Serpiente y
el pecado original. Según explicó, Eva ya conocía el bien, y la Serpiente le
tentó ofreciéndole conocer también el mal. "Serás como Dios, conocerás el
bien y el mal, seréis sabios, es falso que vayáis a morir si coméis del Árbol
del Bien y del Mal", decía la Serpiente, que como Kiko insistió, era un
ángel caído.
"La serpiente mentía, porque después de comer del árbol el hombre
empezó a morir, y hoy muere. Es el pecado original. Y a consecuencia de eso,
hoy el hombre vive sólo para sí mismo. Kierkegaard habla de la muerte óntica,
de la muerte de nuestro ser profundo", continuó Kiko.
La vida como obra de teatro
Aunque no mencionó a Calderón de la Barca, Kiko planteó una
interesante analogía con "El Teatro del Mundo" del gran dramaturgo.
Comparó la vida con una obra de teatro, donde Dios, el director, da a cada uno
un rol, un papel, una identidad. "Pero, si Dios no existe, ¿yo qué soy? Si
no hay director en la obra, ¡no tengo personaje, no tengo papel! Y así va el
mundo: divorcios, adulterios, fornicaciones, en la TV, en las películas, con el
divorcio exprés, las guerras, los abortos, drogas, asesinatos, las barbaridades
de Auschwitz hace pocos años... porque el hombre ha rechazado a Dios".
Frente a eso planteó otra mujer y otro ángel: el arcángel San Gabriel
y María. "Él le da la buena noticia, ella la acepta, y entonces el
Espíritu Santo gesta a Cristo en ellla". De igual forma, dijo, quien
escucha la buena noticia, el kerigma, y le dice sí, verá como el Espíritu Santo
gestará a Cristo en su interior.
"Yo hablo, tú escuchas, y no me importa si me atacan. Yo anuncio
que Cristo se ha entregado y ha muerto por ti y por mí para que recibamos el
perdón de los pecados y la vida eterna", resumió, yendo por fin al meollo
del asunto.
El anuncio de la Buena Nueva
"Dios te ama aunque seas un canalla y un mentiroso. Dios ha
enviado a su hijo para salvarte por su Resurrección, porque Cristo ha
resucitado. Así que si estás perdido, hecho polvo, si ahora aceptas a Cristo y
su inmolación por ti puedes recibir ya, ahora mismo, el perdón de los pecados.
Y esto es lo que anunciaremos en Misión Madrid, por ejemplo, porque Dios ha
querido salvar al mundo a través de este anuncio".
Kiko admitió que la gente suele vivir distraída y "con los oídos
tapados", y pidió actos de "un amor nuevo que les haga que abran los
oídos".
"Con la Nueva Evangelización no estamos contra nadie, sino que el
Señor nos llama para ayudar a todos los hombres. Y así la muerte ya no es
triste, los funerales cristianos son una fiesta, es el Dies Natalis, el día del
nacimiento a una nueva vida y el cementerio es donde se duerme esperando la
Segunda Venida", concluyó.
Kiko también explicó que "todo esto del kerigma lo cuento en un
librito que he publicado hace poco" (El kerigma en las barracas con los
pobres, Ed. BuenasLetras).
A continuación, la orquesta del Camino Neocatecumenal interpretó dos
piezas de su sinfonía sobre el sufrimiento de los inocentes: "La
espada" (sobre el dolor que como una espada atraviesa a María al pie de la
Cruz) y "Resurrexit", una celebración enérgica de la Resurrección.