jueves, 3 de febrero de 2011

-El matrimonio, devaluado en España


«Casarse por lo civil resulta un contrato más leve que contratar un móvil»
El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, afirmó ayer que el matrimonio en España «es un contrato mucho más leve» que el de un servicio telefónico, en referencia a las dificultades para rescindirlos. «El matrimonio es la unión de cualquier ciudadano por tres meses y a los tres meses ese contrato puede ser disuelto por cualquiera de las partes, sin dar ninguna razón, es decir, es un contrato mucho más leve que contratar un servicio telefónico o de telefonía móvil», dijo
Según el secretario general de la Conferencia Episcopal, «hay un descenso del número global de matrimonios, que es preocupante y que tiene que ver con la natalidad, con el apoyo al matrimonio y a la familia e igualmente con el respeto a la vida y al déficit grave de una política familiar bien enfocada». «Hay demasiadas políticas hostiles al matrimonio y a la vida, demasiados apoyos a ideologías, como la de género, que agravan notablemente este problema», añadió a modo de crítica.
Y si se produce un mayor número de bodas civiles se debe, simple y llanamente, «a que estos se pueden repetir cada tres meses ya que si uno de los cónyuges quiere se puede divorciar sin motivo alguno». El también obispo auxiliar de Madrid criticó una vez más la actual legislación «irracional», que convierte el matrimonio «en un contrato mucho más leve que la adquisición de un servicio de telefonía móvil». «El matrimonio ha dejado de existir ante una ley irracional y perjudicial para el bien común y se está llevando a cabo una destrucción legal del matrimonio, ya que las leyes no reconocen esposo y esposa sino ‘cónyuge A’ y ‘cónyuge B’, no hay padre y madre, sino ‘progenitor A y B’», añadió Martínez Camino.
Las comparaciones entre el número de matrimonios civiles y canónigos no son posibles porque se trata de «magnitudes incompatibles» y « no se puede comparar peras con manzanas». Así lo afirmó ayer monseñor Juan Antonio Martínez Camino al ser preguntado por el pronunciado descenso de ambos tipos de enlace a lo largo del primer semestre del 2010. Según el Instituto Nacional de Estadística, durante este periodo se registraron 75.708 matrimonios -un 3,8% menos que en el mismo periodo del año anterior-, de los cuales un 64,3% fueron civiles y un 34,2% por el rito católico.
Según el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, «hay un descenso del número global de matrimonios, que es preocupante y que tiene que ver con la natalidad, con el apoyo al matrimonio y a la familia e igualmente con el respeto a la vida y al déficit grave de una política familiar bien enfocada». «Hay demasiadas políticas hostiles al matrimonio y a la vida, demasiados apoyos a ideologías, como la de género, que agravan notablemente este problema»
En lo que refiere a las diferencias o similitudes de un tipo de matrimonio y otro, Martínez Camino considera que ambos tipos de enlace apenas tienen «nada que ver». Y si se produce un mayor número de bodas civiles se debe, simple y llanamente, «a que estos se pueden repetir cada tres meses ya que si uno de los cónyuges quiere se puede divorciar sin motivo alguno». El también obispo auxiliar de Madrid criticó una vez más la actual legislación «irracional», que convierte el matrimonio «en un contrato mucho más leve que la adquisición de un servicio de telefonía móvil». «El matrimonio ha dejado de existir ante una ley irracional y perjudicial para el bien común», añadió Martínez Camino.
El portavoz episcopal aprovechó la ocasión para criticar una vez más las uniones del mismo sexo. Según él, no se informa de que en países de nuestro entorno como Francia «el Tribunal Constitucional acaba de emitir una sentencia en la que dice que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer». «En España quienes afirman algo así están al margen o en contra de la ley, y quien enseña que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer hace algo alegal o ilegal», señaló.

Separación por sexos
La intención del Gobierno dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero de privar de financiación pública a los centros escolares que separen a sus alumnos por razón de sexo, en su mayoría religiosos, ha encontrado la firme oposición de la Conferencia Episcopal. Su portavoz quiso recordar que esta posibilidad educativa «se da en todos los países civilizados y democráticos del mundo».
Martínez Camino aseguró que existen muchas familias que optan por esta posibilidad voluntariamente porque, justifica, ofrece una serie de ventajas. «No se trata de imponerlo sino de dejar que quien opte por este sistema pueda hacerlo», concluyó el portavoz de la Iglesia española.

Preocupación por la persecución cristiana
Uno de los principales puntos de preocupación en la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal giró en torno a las persecuciones que sufren los cristianos en diversos países del mundo. Es por ello que la Iglesia española ha solicitado al Gobierno que se sume a la iniciativa presentada en el seno de la Unión Europea por Hungría, Francia, Italia, Polonia y Alemania para que se incluya este tema en la agenda del Consejo de Ministros Europeos que se celebrará el próximo lunes.