martes, 25 de enero de 2011

-Demasiado silencio ante las agresiones


La indiferencia suicida
La Iglesia Católica presta a la sociedad un servicio sin parangón por su dimensión y naturaleza. Atiende a los más marginados, heridos y débiles. Sirve a los pobres, acoge a los inmigrantes, acompaña a los moribundos que los demás han abandonado. Siendo así no es extraño que un ateo, el doctor Jose Manuel López. especialista en oncología, diera cuenta en el Diario Montañés de las razones que le llevan a marcar la equis en la casilla de la Iglesia. Porque: (1) es la organización benéfica más eficiente; (2) es difícil entender a Europa y entendernos obviando el catolicismo; (3) está harto de la beligerancia contra la Iglesia en España.
Más allá de la beligerancia local, la Iglesia y por extensión los cristianos son perseguidos en muchos lugares del mundo. Masacres en Egipto, genocidio en Irak, criminalización en Pakistán, clandestinidad obligada en Arabia Saudí, mártires en Argelia, represión y expulsiones en Marruecos. En ningún estado islámico un cristiano puede vivir con normalidad su fe. Y eso es terrible; también para las sociedades musulmanas. El consejero religioso del Muftí de la República del Líbano, Muhammad Al-Sammak, es rotundo: “La emigración cristiana de Oriente Medio es una catástrofe para el Islam”. Los musulmanes no pueden ser cómplices con su silencio, de ahí que las comunidades islámicas de nuestro país estén obligadas a condenar alto y claro la persecución.
Ante esta dinámica malvada, nuestra indiferencia es suicida. El periodista Marçal Sintes lo definía con precisión: “Es alarmante y desolador contemplar como una sociedad hipersensible a mil causa, grandes y pequeñas, serias y estrafalarias, como la catalana, gira la espalda a la persecución de los cristianos”. ¿Dónde está la voz de Zapatero y su Alianza de Civilizaciones? ¿Por qué guarda silencio el Parlamento de Cataluña? Tan solo sea por egoísmo razonado: es previsor que los débiles se solidaricen con los perseguidos.
¡Entre nosotros todo es tan brutalmente irracional! La Comisión Europea ha editado tres millones de ejemplares de una agenda escolar en la que figuran festividades religiosas musulmanas, judías, hindúes, sikhs, pero ninguna cristiana, ni tan sólo la Navidad. En la Universidad de Barcelona, aerópago -se supone- de la libertad, la autoridad académica ha suspendido la misa de los miércoles en la capilla de económicas, porque dice que no puede garantizar la seguridad de los católicos. Si no sabemos defender los derechos fundamentales de todos en nuestra propia casa, no lo dude, estamos acabados.
Josep Miró i Ardèvol, Presidente de e-cristians.net/