jueves, 20 de enero de 2011

-El cielo no está cerrado



El cielo está abierto; llamados a la Vida
Me ha impresionado cómo empieza la primera Epístola de San Juan, que tiene un inicio que resume todo lo que son los Evangelios.
Dice san Juan: 1 Epístola de san Juan 1,1-10; 2, 1-17.
“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, -pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la Vida eterna, que estaba vuelta hacia el Padre y que se nos manifestó- lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo”.
O sea, que el resumen de todos los Evangelios y de la vida de Cristo es mostrarnos la Vida eterna, que hay otra vida después de ésta: el cielo que se abre. Dice san Juan que sus manos han tocado la Vida eterna, la han visto, la han oído. ¡La Vida eterna!